Luego de un primer semestre con números en rojo, la economía cambió su tendencia en el tercer trimestre y registró un crecimiento de 3,9% respecto del período de tres meses previo, de la mano de un fuerte impulso de la inversión y también del consumo. Si bien esto puede tomarse como un quiebre de la dinámica previa, debe tenerse en cuenta que en septiembre la expansión se frenó, y que en octubre volvió a caer la actividad en la industria y en la construcción, todo según cifras oficiales.